Y al final del cuento, las princesas Disney vivieron felices para siempre, comieron perdices y soportaron para siempre diversos achaques físicos y mentales. No lo dice al final, pero es más que evidente para The British Medical Journal.
Sanne van Dijk, Michael Bui y Anouk Eijkelboom, investigadores de la Facultad de Tecnología y Ciencias de la Salud de la Universidad de Twente, realizaron un humorístico análisis artístico de cómo la soledad, las enfermedades profesionales y las condiciones de vida tan especiales de las princesas Disney habrían afectado a su calidad de vida. Y no sólo eso: aprovechando el número navideño de la prestigiosa revista de salud, los investigadores también estudian estrategias y medidas de protección personal que podrían mejorar su bienestar y ayudarlas a vivir sanas para siempre.
Por ejemplo, Cenicienta corre el riesgo de sufrir una grave enfermedad pulmonar debido a las nubes de polvo. Mulán tiene que cuidar su salud mental porque se ve obligada a vivir una vida que no eligió, y Pocahontas debe tener al menos unos cuantos huesos rotos después de saltar unos 800 pies desde un acantilado.
